User-agent: Mediapartners-Google Disallow: El Club de la Cazuela: Cocineros sin sueldo

12.8.07

Cocineros sin sueldo

Solano Salido, avivando el fuego del perol.

Sirvan estas sencillas palabras como homenaje a esas personas que se enfundan el delantal para confeccionar el menú a los amigos. Porque considero que con su labor contribuyen a fomentar la convivencia entre las personas, y de paso a que los amigos confraternicen alrededor de un buen plato de arroz y una copa de fino de Montilla-Moriles.

Tengo la completa seguridad que todos tenemos un amigo cocinillas -dicho sea con todo cariño-, o conocemos a alguien al que se le da bien la cocina. Me estoy refiriendo a esos cocineros sin nómina que se sienten satisfechos cuando al término de la jornada reciben las felicitaciones de sus comensales. Y es que, la dedicación y entrega de la que hacen gala harían impagable su trabajo en el que acostumbran a poner el alma y la sal. Mientras, como ocurre casi siempre en estos eventos el resto del personal con la copa en la mano observa y opina.

Ramón Marquez y Solano SalidoA nadie se le ocurre organizar un día de perol bullanguero sin pensar primero en el oficiante de las viandas. Algo parecido si no igual le ocurría en sus años mozos a nuestro amigo de la foto el maestro Solano Salido, que aparte de artista en la talla de la madera ha sido el cocinero oficial en incontables paellas y peroles como gusta llamar en nuestra Córdoba. Con la particularidad de que a nuestro amigo en más de una ocasión le pasaba como al Sastre del Campillo: "cosía de balde y ponía el hilo".

Solano, tomó el relevo en este tipo de acontecimientos de su amigo Antonio López "El Cesto", del que aprendió los secretos y las virtudes del arroz para deleite de sus numerosos amigos por citar: el gremio de la madera, marmolistas, funerarios, y hasta la nutrida comunidad religiosa de San Sebastián se han deleitado con sus guisos.

Esta instantánea recoge el ambiente festivo que se vivía ese día. Una jornada de perol con marmolistas y funerarios, oficios muy vinculados sin lugar a dudas. Solían tener su encuentro gremial pasado el día de los difuntos. Con el paso del tiempo este tipo de encuentros festivos se han ido disipando.

El cura D. Antonio León, bendice la paella que se disponen a comer el gremio de carpinteros.Esta otra fotografía, corresponde al gremio de los carpinteros que celebraban su encuentro el día 1 de mayo, festividad de San José Obrero. Como en todo acto de relevancia que se precie no podía faltar la presencia del señor cura, en esta ocasión recayeron los oficios en D. Antonio León, quien presidio y bendijo la comida que entre otros alimentos se componía de una suculenta paella.

4 comentarios :

Unknown dijo...

Bueno yo soy un poco cocinillas y siempre que la ocasion lo permite me pongo a ello, ahora basicamente la tipica parrillada pero si la ocasion lo requiere puede ser una cocina mas elaborada , y la verdad es que creo que a todos los que nos gusta hacer esto, nos gusta de verdad y por nada del mundo le dejariamos el delantal a nadie ,antes tendrian que pasar por encima de nuestro cadaver Je, Je, quien sabe alomejor podriamos hacer un encuentro Montilla - Cangas y como no celebrarlo con unas buenas viandas
Un abrazo
Luis

Unknown dijo...

Dice un mal refrán, malo pero sabio, que "EN ASUNTOS DE COMUNIDAD NO MUESTRES TU HABILIDAD".
Lo cierto es que es un placer cocinar para varios amigos (siempre que los comensales te recompensen repetidas veces con el manido "¡qué rico!", ¿oh, no?).

Julio Portero dijo...

Hola Luis,
Como bien dices, resulta evidente que los que nos movemos en blogs gastronómicos somos defensores de la cocina tradicional. Tenemos el denominador común de ser unos apasionados de la buena mesa, y nos gusta ponernos el delantal y obsequiar a los amigos con algún platillo preparado por nosotros. Con el tiempo aprendemos que no es tanto el juntarse para jalar. Es el encuentro, la tertulia y compartir el valor de la amistad. Aunque al final como siempre se termina hablando de la próxima comida.

Un encuentro Cangas & Montilla, sería fenomenal, esto nos viene a enseñar hasta que punto la gastronomía es el vínculo perfecto que podemos utilizar las personas para confraternizar, y hacer amigos. Incluso salvando las distancias geográficas y culturales que nos diferencian.

Un abrazo

Julio Portero dijo...

Puntiyo,
Agradezco el refrán, quiero recordar que hace algún tiempo lo escuche decir. Ciertamente es sabio, pero no menos que este, que creo hace mención al que con dinero cree obtenerlo todo.

“LO QUE LA NATURALEZA NO DA, SALAMANCA NO LO PRESTA”

Saludos