User-agent: Mediapartners-Google Disallow: El Club de la Cazuela: Cochinillo asado

31.12.06

Cochinillo asado

Cochinillo asado a mí estiloEntre las propuestas culinarias para estas fechas navideñas estaba: el cordero, el pavo, el solomillo, y otras preparaciones más. Pero al final venció la propuesta de preparar un cochinillo asado.
Con la ayuda de mí escudero en la cocina que no es otro que mí querido suegro cuando de una comida familiar se trata. Nos preparamos para la tarea de dejar a este noble animal limpio de "polvo y paja". Poco a poco, fuimos adecentándolo, aunque tengo que reconocer que la parte más ingrata recayó en el buen hacer de mí suegro Solano.

Una vez bien afeitado y limpio bajo el chorro de agua se seca por dentro y por fuera con papel de cocina. Preparamos la cazuela de barro ovalada donde vamos a asarlo, o si no dispones de ella utilizaremos la placa de horno.
Los que saben de esto aconsejan poner en el fondo unas ramas de laurel a modo de lecho para que parte de la carne no este sumergida en liquido. Tiene su sentido porque de lo que se trata es de asar y no de cocer la carne.

Ingredientes para 8 personas:
1 cochinillo de unos 3,5 kilos. aprox.
100 gramos de manteca blanca de cerdo.
4 dientes de ajo.
1 vaso de vino Fino.
Laurel.
Sal.
Agua.

Preparación:
En un mortero machacamos los ajos con la sal y unas hojas de laurel, preparamos una especie de mantequilla con estos ingredientes y la manteca de cerdo. Embadurnamos el cochinillo, por dentro y por fuera con esta mezcla y lo colocamos en la fuente con la piel hacia abajo.

Previamente tendremos precalentado el horno a temperatura de 160º . Antes de introducirlo le echamos una taza de agua en el fondo y regamos con un buen vaso de fino. Mantenemos en el horno por espacio de una hora comprobando que no quede seco para lo que rociaremos de vez en cuando con los jugos que ira soltando. Cumplido este tiempo le damos la vuelta y pinchamos la piel en varios sitios con una aguja de hacer punto. Subimos la temperatura del horno a 190º durante media hora. Es ahora cuando se produce el milagro y la piel del cochinillo empieza a hincharse a la vez que va cogiendo un tono dorado que nos indica que va a quedar crujiente.

Merece la pena sentarse delante de la ventana del horno y contemplar esta maravilla.

Me hubiese gustado ofrecer la foto de este cochinillo recién salido del horno de cuerpo entero. Pero, antes de poder hacer la foto un cuchillo impaciente le trinchó por la mitad. Lástima, otra vez será. Aunque esta circunstancia para nada afectó al disfrute de este rico asado que fue regado con un buen vino de esta tierra.

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