User-agent: Mediapartners-Google Disallow: El Club de la Cazuela: A la sombra de la parra

22.2.08

A la sombra de la parra

La parra tiempo atrás tan presente en los patios de las casas andaluzas forma parte de nuestra herencia cultural. Los habitantes del sur somos gente tranquila, y amantes de la vida que, agudizamos el ingenio no sólo para complacer la belleza de aquello que contemplamos como en este caso la ornamentación de una verde parra. Sino, por que los andaluces somos gente práctica, y en los días de verano que es cuando mas tupida está la parra nos procura sombra y frescor haciendo las veces de verde entoldado y ofreciendo sus frutos madurando para regocijo de las miradas deseosas de picotear los racimos.

De parras grandes y longevas se cubrían los patios de las tabernas antiguas, una de ellas fue Casa Palop, su clientela era variopinta y se mezclaban bajo su parra y alrededor de los veladores de hierro de tapa blanca, agricultores, comerciantes, y jóvenes señoritos lampantes. Estos últimos pasaban sus largas veladas sentados en las sillas de hierro con un vaso de champán, bebida muy popular en esta taberna. Este nombre se aplicaba a un combinado de vino blanco con gaseosa. O sea, champán de pueblo. Ahora muchos años después y pensando que han descubierto una nueva pócima, los pijos llaman a esto "rebujito".

A pesar de haber proliferado de manera espectacular las casas en el campo o chaletes, sus moradores por comodidad, o porque una parra no se cría en un verano han ido dejando de plantar la genuina parra. En su lugar se están poniendo toldos de lona de llamativos colores. Que dañan las retinas mas sensibles e hieren el paisaje. Nada que ver con las tradicionales casas de campo que aún conservan y cuidan sus frondosas parras para orgullo de nuestra cultura.

4 comentarios :

Unknown dijo...

Totalmente de acuedo, ahora es todo tan artificial , tan insustancial.
Estas cosas , tan artificiales, desaniman bastante.
Será así y no debería ser así.
A lo mejor me estoy haciendo mayor sin darme cuenta.
Buen post.

Julio Portero dijo...

Tienes razón sea vuelto todo muy artificial, muy de plástico de todo a 100, o de Ikea.

Inti dijo...

Por suerte, en Argentina y en el pequeño pueblo donde vivo yo, las parras siguen creciendo en muchas casas y me queda el recuerdo de mi abuela recogiendo uvas o mi abuelo juntando naranjas del arbol, por suerte en mi ciudad estos pequeños detalles siguen vivos.
Por favor visita mi blog, y espero que con tu experiencia me dejes una opinion

Julio Portero dijo...

Es importante que los pueblos no pierdan sus señas de identidad. Me alegro por ti y por tu pueblo que se me antojo que tiene que ser bonito. Igualmente, gracias por compartir con nosotros tus bonitos recuerdos.

En el post "Quienes Somos", hay un vídeo de mí pueblo por si queréis conocerlo.

Un saludo.