Tal era la categoría gastronómica de este plato de origen árabe que siempre estaba presente en las celebraciones de la época mozárabe (viene a significar arabizado, y era el cristiano que vivía en los reinos musulmanes de la Península Ibérica).
"En un principio constituyeron la mayoría de los habitantes de Al-Andalus. Sin embargo, las ventajas económicas, sociales y políticas que suponía ser musulmán en el Emirato de Córdoba dieron lugar a un lento proceso de conversiones al Islam, lo que fue disminuyendo el número de mozárabes. Esta dinámica se aceleró a partir de la llegada de Abd al-Rahmán III al poder, de manera que hacia el año 1000 sólo una cuarta o quinta parte de la población andalusí seguía siendo cristiana"(Wikipedia).
Es justo decir también, que la alboronía que se hace ahora ha sufrido ligeros cambios con respecto a los ingredientes que utilizaban los mozárabes tan aficionados ellos a las especias y a la combinación de los sabores agridulces. Apunto ahora un dato que me facilito mí buen amigo el cocinero José Morales, que decía que algunos de los ingredientes aparte de los conocidos era que utilizaban el membrillo hecho trozos, calabaza, miel, y algunos frutos secos como almendras y nueces troceadas, especias como los cominos y un toque de vinagre, poniendo el broche final la insustituible miel. Lo que venía a darle a la alboronía (al-baraniyya, que significa cierto manjar) casi con toda seguridad la categoría de ser la crême de la crême de los pistos.
Ingredientes:
- 2 berenjenas
- 2 calabacines
- 2 tomates
- 2 pimientos verdes
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 cucharadita de pimentón dulce (De la Vera)
- 1 cucharadita de azúcar
- sal y pimienta
Elaboración:
Para elaborar esta fritada hortícola que nosotros llamaremos Alboronía, cortaremos primeramente muy menuda la cebolla, los ajos, los pimientos, los tomates sin piel, y los calabacines y las berenjenas las cortaremos en daditos.
Ponemos en el fuego una cazuela con generoso aceite de oliva y cuando empiece a calentar se añaden los ingredientes paso a paso. Empezamos con la cebolla, dejando los tomates muy picados para el final, rociamos el pimentón y salpimentamos. Se tapa para que suden las verduras y dejamos que se vayan haciendo poco a poco todos los ingredientes. Pasados unos quince minutos destapamos y probamos por si hiciera falta compensar la acidez del tomate con una pizca de azúcar. Finalmente dejamos reposar hasta el momento de servir. Se pude tomar como un primer plato o como extraordinaria guarnición de una carne o un pescado. Pero personalmente me gusta comerlo si la ocasión lo permite poniendo al lado un par de huevos fritos de corral de yema amarilla.
4 comentarios :
Gracias por ilustrarnos sobre el pisto, plato que me gusta mucho y que ahora mismo parece que estoy oliendo, creo que ya he decidido uno de los platos que prepararé mañana, gracias también por aportar tan buenas ideas.
Las habas las cociné el otro día y estaban bien ricas.
Un abrazo.
Ahora si, que si! Alboronia , precioso nombre para tan sabroso plato, y habrá que probarlo tambien como hacian antaño los mozarabes, con calabaza ,membrillo miel y frutos secos.
Saludos! parece que tengo algun problema con mi ordenador que a veces no me deja acceder a publicar un comentario en tu blog ,pero sepas que leo con sumo gusto toda vuestras publicaciones.
Por cierto el tumbet mallorquin es exquisito , me has dado una idea para algun próximo post.
Buema pinta este plato de la excelsa familia de los pistos.
Con nueces muy picadas y miel debe de estar exquisito.
Tomo nota de la idea.
Es muy reconfortante recibir los comentarios de mis excelentes amigos:marian, shitaki, elo-cocina
Cuyos blogs leo con mucha atención porque son un pozo de sabiduría, y de los que procuro beber.
Algo bueno tenía que tener la red de redes, tanto que se habla de los peligros de Internet.
A mí me ha procurado hacer amigos diseminados por todo el globo, lo que me llena de orgullo, y de alegría a la vez.
Seguimos en contacto.
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