User-agent: Mediapartners-Google Disallow: El Club de la Cazuela: Un puro placer

10.12.08

Un puro placer

La elección de un buen cigarro habano requiere de unos conocimientos que escapan a cualquier bisoño que se inicie en el arte de los amantes del placer pausado -que es como llaman a los fumadores de cigarros habanos-. Porque a la hora de fumar un buen puro requiere de una cierta liturgia que transciende desde que se sostiene el cigarro en los dedos. La forma de cortarlo, la manera de prenderlo, de fumarlo, son claves para poder saborear un buen cigarro habano.
Los fumadores expertos hablan de "degustar" el sabor del humo comparable al placer que provoca catar un buen vino o disfrutar de una exquisita comida.

Ni que decir tiene que el puro precisa de su momento para saborearlo. Yo lo encuentro después de una excelente comida que culmina con una copa de buen licor, preferentemente coñac, ron o whisky, y tomado en pequeños sorbos bien acomodado en el sillón. Ese es el momento que considero idóneo para encender el cigarro y saborear su aroma pausadamente y sin prisas.
Los entendidos dicen que "el auténtico conocedor de habanos no fuma, saborea porque cada bocanada representa una experiencia única para el paladar".

Mí recién iniciada afición por los
puros es como consecuencia de mí buena amistad con Solano Salido "el tallista", un hombre que me ha tratado siempre como a un hijo, y un gran aficionado a disfrutar de una "fuma", y también en tiempo pasado fue un buen fumador de pipa.

Es mucha la literatura que se ha escrito en torno al tabaco y en un principio crei acertado titular este post " Puro humo" titulo de un libro de Guillermo Cabrera Infante, Pero me contuve al pensar que igual aparecían los recaudadores de la SGAE reclamando el pago de derechos por usar el titulo...
Como digo, este es un libro que recomiendo porque no se centra solo en la historia del tabaco sino en la actitud ante el tabaco a lo largo de la historia
con sus detractores y defensores.

En sus páginas se presta especial atención al cultivo del tabaco desde que el canario Demetrio Pela y el indio cubano Erio-XII Panduca trabajaron en la primera vega que se conoce.
Del cultivo salta a la elaboración, a las fábricas de tabaco, a las distintas partes del puro, a los tipos de cigarros, a las cajas, al cortapuros, al encendido, a las cenizas, al lugar donde protegerlos o esconderlos.

Cabrera Infante era un buen fumador de puros y en alguna ocasión he leído que había comentado que jamás compraría un habano revolucionario. Aunque reconoció en su momento que 500 años después de que Colón descubriera las Américas todavía no hay tierra que produzca mejores hojas de tabaco, y donde mejor se hace el torcido del cigarro puro.


Colón desembarco en Cuba en 1942 junto con Rodrigo de Jerez, con la intención de llenar las bodegas de oro, lo primero que vieron fue a un gran número de indios que se llevaban a la boca un rollo de hierbas torcidas a modo de tizón encendido. Quedaron sorprendidos por aquellos indios que echaban humo por la boca que llamaron los hombres chimenea. Sin saberlo habían descubierto el oro de estas islas, la planta del tabaco (nicotiana tabacum).

Groucho, Che Guevara, Charles Darwin, Churchill, Vladimir Ilich UlianovLenin, Michael Douglas, Schwarzenegger, Jack Nicholson, tienen en común la afición a los puros. Al igual que mí paisano Camachuelo, todos coinciden en llevar una “ch” en el nombre como síntoma de buen gusto en la querencia de saber disfrutar de un buen cigarro habano.

Hay vitolas míticas que se han ganado un lugar destacado en la historia del tabaco por su calidad. Y que no faltan en las mejores cavas que se precien.

Por ejemplo, hay un amplio abanico de elaboraciones para elegir: desde los Cohibas, Montecristo, Romeo y Julieta, Fonseca, Robaina, Partagas... etcétera, etc.



Mención importante tienen también los puros producidos por la Republica Dominicana, siendo este el primer país del undo en volúmen de cultivo.
Sus cigarros puros son los más populares en U.S.A. entre ellos están las diferentes elaboraciones de la marcas: Macanudo, Vegafina, o El Coto.


Las principales cualidades de un buen puro son: combustibilidad, textura, sabor, elasticidad, olor, color y equilibrio en la composición de nicotinas y aceites.
Para no hacer más extenso este post, en próximas ocasiones seguiremos hablando de todo el ritual que envuelve a estos torcidos cigarros puros.

2 comentarios :

José Alfonso Rueda dijo...

Jajajaja, qué honor más inmerecido que me pongas en el mismo párrafo que tan insignes fumadores de puros. Yo no paso de mero y puntual catador en bodas, comuniones y bautizos.
Eso sí, en lo de los placeres pausados sí me puedes incluir con todo merecimiento.

Anónimo dijo...

grande camachuelo!