Al final de una copiosa comida no podía faltar una copita del licor del lugar el Kräuterlikör Augustiner Tropfen, un licor a base de hiervas que ayuda a tener una buena digestión.
Munich merece una visita y pasear por el casco antiguo a orillas del rio Isar, donde se puede contemplar el estilo barroco y rococó de sus edificios construidos en tiempos de los soberanos de Baviera en el siglo XVIII.
Interesante visitar el Chloss Nymphenburg (Palacio Nymphenburg), el palacio se erige en la parte oriental de la ciudad. Con inmensos jardines y una disposición muy particular, su construcción data de los siglos XVIII y XIX y resulta especialmente notable el vestíbulo de piedra (Steinerner Saal) además de la llamada "galería de las bellezas", donde se exhibe una colección de retratos de hermosas damas encargado por Ludwig I.
La plaza de María o Marienplatz es el centro vital de Munich y punto donde se cogen la mayoría de medios de transporte que te llevan por la ciudad.
El Englischer Garden (Jardín inglés) es el parque urbano más grande de Munich, muy apreciado por turistas y residentes, se encuentra en el corazón mismo de la bulliciosa ciudad.Muy interesante también son sus pinacotecas que reúnen una de las más importantes colecciones de antiguos artistas de Europa como Rembrandt, Durer, Rubens y Rápale.
Interior de la cervecería-restaurante Augustiner Bräustuben.
Las cervecerías de rancia tradición son muy populares en Munich especialmente entre los turistas que vienen a disfrutar de la gastronomía en estos santuarios de la cerveza.
En esta imagen se puede observar el tamaño de las jarras para la cerveza y las pizarras ofertando las diferentes referencias de cerveza que sirven.
Mesas alargadas en un ambiente distendido donde la gente come y bebe sin importarle compartir mesa con otros turistas o lugareños. Las mesas están atendidas por camareras ataviadas con el típico vestido bávaro.
6 comentarios :
Suena bien lo de SANTUARIOS DE LA CERVEZA, eso son santuarios.
Y tú que lo digas.
Se podría decir de esta manera también: los parroquianos cerveceros se encaminan en peregrinación al santuario para libar el zumo de la cebada fruto de la tierra y del trabajo del hombre, y de paso, rendir homenaje a los monjes Agustinos alemanes por su divina sabiduría en habernos dado esta rubia bebida.
Que mejor tributo que la algarabía provocada por el nèctar de la rubia bebida, a la salud de los Monjes Agustinos y de todo lo que signifique vida.
Saludos desde Ecuador.
Buaaaa, buaaa yo quiero volver a Munich, me dejé por beber unos cuantos litros de Bier...
Qué maravilla esa ciudad. Seguro que os gustó tanto como a nosotros.
Un abrazo
Miguel
Gracias Lore por tu amable comentario que llega desde tan lejos y a la vez tan cercano.
Te envío un cariñoso abrazo desde este rincón que se llama Montilla, una ciudad vinícola del sur de Córdoba (España).
Hola mike, estoy seguro que volverás a poner los pies en tierras bávaras. Y esta vez, no dejes de tomarte una espuma y refrescante jarra de cerveza de litro, que allí llaman Mass.
Ya me contarás.
Un abrazo
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