User-agent: Mediapartners-Google Disallow: El Club de la Cazuela

5.3.08

Retoños de cardos esparragados

Ahora después de las lluvias de invierno -escasas este año, por cierto-y con la aparición del sol la tierra empieza a calentarse y hacen acto de presencia como preludio de la primavera las primeras flores frutales, y los espárragos silvestres costumbre esta muy arraigada en el que la gente se echa al campo a buscar los preciados espárragos. Ahora también es el tiempo en el que los hortelanos recogen los primeros brotes de la planta del cardo blanco. Por esta zona llamamos popularmente retoños a estos primeros brotes de la Cynara cardunculus. Está especie a su
vez está emparentada con la planta de la alcachofa y de los alcauciles la Cynara scolymus.
No esta de más decir que toda la familia de cynaras son beneficiosas para nuestro sistema biliar, entre otras muchas propiedades destaca la función depurativa que ejerce en nuestro organismo,
especialmente si tomamos un vaso del caldo resultante de haberlas hervido.

Ingredientes: (4 personas)
1 manojo de retoños
1 tomate maduro
1 cebolla
1 huevo por persona

2 rebanadas de pan
3 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera
aceite de oliva
sal
1vaso de vino blanco de Montilla

Elaboración:

Limpiamos los retoños quitando las hebras fibrosas de las pencas y troceamos dejando en un recipiente con agua para que suelten la tierra que aún puedan contener.
Ponemos a calentar una olla con agua y un poco de sal para cocer los retoños. En una cazuela con un poco de aceite ponemos a dorar los ajos enteros y las dos rebanadas de pan, una vez fritas echamos al mortero con un poco de sal haremos un majado que reservaremos hasta el momento de incorporarlo a la cazuela. En ese mismo aceite añadimos la cebolla muy picada dejamos que se poche y rayamos el tomate dejando que sofria junto con una cucharadita de pimentón. Añadimos los cardos una vez cocidos y escurridos y el majado al que añadiremos al final un vaso de vino. Se vierte todo el conjunto sobre los retoños dejando que se mezclen los sabores durante diez minutos, en ese momento cascamos un huevo por persona en la cazuela y tapamos, en cinco minutos estarán cuajados y nuestros retoños listos para degustarlos con una copa de fino.

1.3.08

Los Arcos, el bar con mas historia de Montilla

Caseta del Bar Los Arcos en el paseo de Cervantes con motivo de la Feria de "El Santo" 1943.
El Bar Los Arcos es toda una institución en la hostelería montillana desde que abriera sus puertas por primera vez en los años cuarenta. Un par de años después este establecimiento se hizo presente en la feria patronal montando su propia caseta en el Paseo de Cervantes. Recogiendo el saber y la memoria de los que conocieron esta caseta y se refrescaron en sus veladores llegan a decir que era la mejor caseta que se montaba en la feria de "El Santo". Se instalaba junto a la pared de las desaparecidas bodegas Ortiz Ruiz y estaba hecha toda en madera. Tenía la singularidad de poseer una terraza en alto tipo mirador, y como curiosidad para que los camareros no tuvieran que bajar y subir cargados de bebidas por las escaleras disponía de un artesanal montacargas que con ayuda de una carrucha y un cubo subían las bebidas y las viandas desde el interior de la barra. Comentan los más antiguos que era una de las casetas mas concurridas de la feria, y la nutrida presencia de camareros da prueba de ello.

Este establecimiento desde su inauguración allá por los años 40 siempre ha mantenido el mismo nombre y la misma ubicación en el edificio de La Tercia. Aunque, ha conocido diferentes propietarios y reformas a lo largo de su historia desde que abriera sus puertas al público en los primeros años de la posguerra.Como atestigua esta fotografía tomada en la puerta del Bar Los Arcos el día de su inauguración. Vemos a su primer propietario Antonio Vilaplana dejado caer en el quicio de la puerta junto con un grupo de amigos celebrando la apertura del local. Entre los muchos asistentes están: Rafalito "el sevillano", Antonio Mendoza Salas (con sombrero), Antonio Vilaplana, Salvador "el de los madrileños", y agachado y con boina, Gabriel "el curtidor".

Se puede apreciar que la puerta de entrada no siempre tuvo forma de arco, en la fotografía se puede ver que las puertas todavía eran rectangulares y no ocupaban como actualmente el ancho de los arcos de piedra del edificio La Tercia.

Personal del Bar Los Arcos, año 1967
Arriba y con gafas Manuel Portero "Porteri", a su lado Francisco Ruz Gómez, "Frasqui", también conocido como "gallina" apodo por el que era conocida su familia en Montilla. A su lado el cocinero Carlos Rodriguez Roldán "Carloto". Abajo a la izquierda, Manuel Ordóñez "Manolín" y a su lado, Pepe Baena "El Chato", Miguel Gálvez, Pepín Perea y Paco Márquez.

Camareros y cocineros de los Arcos, años 70
Baena "El guardia", Manolo Arrabal, Paco Márquez, Miguel Gálvez, Carmen Hinojosa Civico "La civica", Carlos Rodriguez "Carloto", Manuel Portero "Porteri", "El pipas" y Pepín Perea.


Cómo han pasado los años, cómo ha cambiado la vida..." Un emocionado recuerdo para los que ya no están entre nosotros. Restaurante Los Arcos

29.2.08

Guiso de Ternera con Patatas

Clásica receta de olla y cuchara.

La patata ocupa un lugar destacado en nuestras costumbres culinarias. Por su versatilidad siempre esta presente en la cocina por los múltiples usos que podemos darle, bien como ingrediente principal o como perfecto acompañante de cualquier plato.
Introducida en Europa por los conquistadores españoles tardó mucho tiempo en incorporarse a nuestra dieta. Siendo considerada un producto inferior y su uso era destinado a la alimentación de animales y en particular para el engorde de cerdos.
A este tubérculo en esa época se le llegó a denominar raíz del diablo y se le atribuía ser el causante de la peste y de otros males. Tan absurdos perjuicios impidieron que durante cerca de tres siglos no se pudiera apreciar en su justa medida las cualidades de este preciado alimento.

Cristóbal Colón y los conquistadores nunca supieron que en la "ruta de las especies", habían descubierto el verdadero "tesoro de las Indias": la papa.


La patata entró en sociedad de la mano del francés Antoine Auguste Parmentier (Montdidier, 1737-París, 1813) Farmacéutico y químico francés. Militar, fue primer farmacéutico de Napoleón e inspector general del Servicio de Sanidad. Introdujo la vacuna antivariólica en el ejército y estudió la conservación de los alimentos por el frío. Escribió sobre alimentación, higiene y farmacia.
No sería hasta que el joven Parmentier fue hecho prisionero en 1757 por los prusianos, y puesto al servicio del laboratorio del farmacéutico alemán Meyer, cuando descubriría que la patata era un producto saludable. Llegó a esta conclusión un día que Meyer le invito a comer patatas, y para su sorpresa empezó a comprobar que no contraía lepra ni fiebre.

En los últimos años del reinado de Luis XVI, aparecen los años de hambre entre la población, por las malas cosechas y, para suplir su carencia, el boticario Parmentier el 25 de agosto de 1785 aprovechando una recepción en el palacio de Versalles con motivo del santo del rey se abre paso entre los cortesanos con un ramo de flores malvas y, cuando llega ante el monarca, le dice: "Señor, quiero ofreceros un ramo digno de Su Majestad: la flor de una planta que puede solucionar la alimentación de los franceses".

Así fue como se introdujo la patata en palacio y poco a poco fue cultivada en los huertos de los nobles consiguiendo que su cultivo se extendiera por toda Europa.

En Alemania, en estas mismas fechas, Federico el Grande firmó un decreto que obligaba a los campesinos a cultivar la patata.

En Finlandia se conoce como “peruna”, en Alemania como “kartoffel”, en Francia “pomme de terre”, en Irlanda “murphy”, en Italia “tartuffolo” y en los Países Bajos como “aardappel” es decir manzana de la tierra.

Ingredientes: (6 personas)

750 gr. de ternera de guiso
1 kg. de patatas
1 tomate maduro
1 cebolla
1 puerro
2 zanahorias
3 alcachofas
1 pimiento verde o rojo
3 dientes de ajo
perejil
laurel
pimentón de La Vera
sal
pimienta en grano
aceite de oliva
1 vaso de vino fino de Montilla

Preparación:

Para hacerlo mas rápido utilizaremos la olla exprés en la que pondremos un poco de aceite de oliva. A continuación cortamos finamente la cebolla, puerro, pimiento y comenzamos a hacer el sofrito cuando sofría un poco añadimos el tomate troceado, las zanahorias y las alcachofas cortadas en cuatro trozos, dejamos que rehogue y añadimos la ternera troceada con un poco de sal y pimienta, la hoja de laurel y una cucharadita de pimentón dulce. En un mortero majamos los ajos y el perejil con un poco de sal y el vino para incorporarlo a la carne. Cuando mareamos la carne empezamos a incorporar las patatas chascadas y cubrimos de agua unos tres dedos por encima.
Pasados unos veinte minutos apartamos y dejamos reposar mientras preparamos una buena ensalada.

22.2.08

A la sombra de la parra

La parra tiempo atrás tan presente en los patios de las casas andaluzas forma parte de nuestra herencia cultural. Los habitantes del sur somos gente tranquila, y amantes de la vida que, agudizamos el ingenio no sólo para complacer la belleza de aquello que contemplamos como en este caso la ornamentación de una verde parra. Sino, por que los andaluces somos gente práctica, y en los días de verano que es cuando mas tupida está la parra nos procura sombra y frescor haciendo las veces de verde entoldado y ofreciendo sus frutos madurando para regocijo de las miradas deseosas de picotear los racimos.

De parras grandes y longevas se cubrían los patios de las tabernas antiguas, una de ellas fue Casa Palop, su clientela era variopinta y se mezclaban bajo su parra y alrededor de los veladores de hierro de tapa blanca, agricultores, comerciantes, y jóvenes señoritos lampantes. Estos últimos pasaban sus largas veladas sentados en las sillas de hierro con un vaso de champán, bebida muy popular en esta taberna. Este nombre se aplicaba a un combinado de vino blanco con gaseosa. O sea, champán de pueblo. Ahora muchos años después y pensando que han descubierto una nueva pócima, los pijos llaman a esto "rebujito".

A pesar de haber proliferado de manera espectacular las casas en el campo o chaletes, sus moradores por comodidad, o porque una parra no se cría en un verano han ido dejando de plantar la genuina parra. En su lugar se están poniendo toldos de lona de llamativos colores. Que dañan las retinas mas sensibles e hieren el paisaje. Nada que ver con las tradicionales casas de campo que aún conservan y cuidan sus frondosas parras para orgullo de nuestra cultura.

18.2.08

Abóndigas con tomate

Esta es una receta bien aprovechada porque se trata de unas albóndigas de la víspera hechas en caldo. Como quedaron muchas del día anterior esta es una solución para aprovecharlas y comerlas de otra manera y con otro sabor. Porque aquí tirar no se tira nada.

Ingredientes:
Albóndigas de la víspera
1 cebolla grande
2 pimientos
2 dientes de ajo
1 copa de vino blanco
1 tarro de tomate frito
hoja de laurel
perejil

Elaboración:
Empezamos poniendo un poquito de aceite de oliva en una cazuela para hacer un sofrito a base de cebolla, pimiento, y ajo, todo muy picadito. Cuando este dorado ponemos el vino y el laurel. A continuación incorporamos el tomate frito y las albóndigas sin caldo. Dejamos sofreír unos ocho minutos a fuego bajo y terminamos espolvoreando con un poco de perejil. En poco tiempo hemos hecho un estupendo plato que a resuelto el almuerzo de hoy. Para complementar nuestras albóndigas con tomate se puede acompañar con una buena ensalada de lechuga para el centro de la mesa.

16.2.08

La cocina de Pepe Torres

Mí buen amigo el cocinero Pepe Torres me envió por e-mail hace algún tiempo esta estupenda foto de una de sus creaciones.

Nos presenta una carne braseada a la que ha conseguido dar ese toque caramelizado que la hace más atractiva a la vista y apetitosa al paladar. También ha incorporado una reducción del jugo de la carne con un poco de vinagre de Módena. El plato mejora porque este solomillo esta emplatado sobre un lecho de níscalos salteados con aceite de oliva de primera calidad. Para presentarlo ha utilizado una espuma y ha rematado con unas escamas de sal maldon muy empleada en la alta cocina.

El aspecto final de este plato esta muy cuidado e incorpora alguna de las técnicas de la nueva generación de cocineros en la presentación de los platos, como son las espumas.

Aportación del cocinero Pepe Torres a nuestro Club de La Cazuela.