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2.12.08

El personal de Las Camachas de 1.968

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Cuarenta años contemplan esta fotografía realizada a la plantilla y propietarios del restaurante "Las Camachas" (Montilla). El motivo, los seis años transcurridos desde su apertura y el haber recibido ese año la concesión de la "Medalla al Mérito Turístico", reconocimiento a nivel nacional que consolidaba a este establecimiento como referente a tener en cuenta dentro del panorama gastronómico cordobés.

"Las Camachas" fueron fundadas por la familia Cobos en el año 1.962, bodegueros de larga tradición vinícola elaboraban vinos de reconocida calidad.
Cuando emprendieron la aventura empresarial de la restauración pusieron toda su ilusión y empeño en este establecimiento. A pesar de adentrarse en un sector nuevo para ellos lograron a base de ofrecer buenos productos y respaldados por un inigualable equipo de profesionales que ofrecian un servicio de calidad, diferenciarse de cualquier restaurante de carretera al uso. Querían ser diferentes y lo consiguieron. Su ubicación en la nacional 331 Madrid-Málaga, era en aquel entonces paso obligado para llegar a la concurrida Costa del Sol desde la capital.
En el reverso de la fotografía (9x13 cm.) se puede leer este texto.
Cuya utilidad era la de ser enviada a modo de saluda agradeciendo a su distinguida clientela la confianza y fidelidad recibida.
En esa época, en Montilla aparte de lo que eran las típicas tabernas se carecía de un sitio en el que se ofreciera ese visito de calidad que demandaba una sociedad empresarial cada vez mas pujante. Era considerado por mucha gente como un lugar elitista frecuentado por señoritos y no asequible a las clases obreras por razones obvias.

Son otros tiempos, y "Las Camachas" en la actualidad con nuevos propietarios siguen esa línea de calidad y servicio que le impregnaron sus fundadores. Pero con el denominador común que demanda la sociedad actual de acoger a todos los públicos.

La decoración no difiere en demasía con el antiguo establecimiento donde se ha procurado adaptarlo a los nuevos tiempos y necesidades, pero manteniendo su antigua decoración de piedra y vigas de madera en los techos formando vistosos caballetes.

El nombre que luce este restaurante esta muy entroncado con la historia local. Cuenta la leyenda que Miguel de Cervantes conocedor de estas tierras por su condición de Comisario Real de Abastos (1.587), o sea Recaudador de especies para la Armada invencible, recogió e insertó en su "Coloquio de los Perros" la historia de Las Camachas de Montilla, en la que existió el célebre mesón de Elvira García, La Camacha fundadora de una tradición picaresca de brujería, y que posteriormente siguieron dos de sus discípulas, engendrándose así la fullera trinidad de Las Camachas, que da nombre al restaurante.
También su celo recaudatorio le provoco un enfrentamiento con la iglesia que motivo su encarcelamiento en 1.592 en la vecina villa de Castro del Río (Córdoba).

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Hola: Lei en el libro de Feria de Fernán-Núñez año 2008 que gracias al Chef Carloto y a sus colaboradores el restaurante Las Camachas ganó la medalla al merito turistico. ¿Es eso verdad?

Julio Portero dijo...

La medalla al mérito turístico Condecoración nacional española de carácter civil honorífico creada por el Decreto 3587/1962, para premiar a aquellas personas físicas, nacionales y extranjeras, que hayan prestado servicios relevantes al turismo en cualquiera de sus ramas. La otorga anualmente el Consejo de Ministros a propuesta del ministro competente en Turismo. Actualmente este decreto esta derogado por el Real Decreto 720/2005, de 20 de junio, se establecen siete modalidades: Medalla al Mérito Turístico en el sector del alojamiento, en el sector de la hostelería, en el sector de otros servicios turísticos, en el sector público, en el ámbito del conocimiento turístico, en el ámbito internacional y por extraordinarios servicios prestados al turismo.
En este caso como en otros tiempos pasados cuando se hacía una distinción al establecimiento estos laureles casi siempre se los arrogaba el propietario, y nunca su personal.
Qué duda cabe, que estos premios no se entregaban solo por la labor de ese año, son el premio a una trayectoria seguida a lo largo del tiempo trabajando por el fomento y la calidad turística.
Carloto estuvo allí y dejo su buen hacer en este restaurante, como también lo hizo otro gran cocinero que ya no está entre nosotros, y ese era Joaquín “el bayoneta” que posteriormente sería jefe de cocina del restaurante Los Arcos, hasta su jubilación.