User-agent: Mediapartners-Google Disallow: El Club de la Cazuela: Manitas de cerdo en salsa

1.4.09

Manitas de cerdo en salsa

Cazuela de manitas de cerdoCazuela de manitas de cerdo
"Cochino, porque se le dice a cualquiera cochino como una manera de insultar al vecino cuando quien lo dice ni ofende ni ná"... Esto cantaba en merecido homenaje al vituperado gorrino el desaparecido artista Pepe da Rosa, autor de letras tan singulares como aquella que se hizo bastante popular del personaje de JR.
Cerdo, puerco (porcus-i, del latín), marrano (mah rein, voz árabe que significa cosa prohibida),
Y es que, se ha utilizado de manera despectiva y para otros menesteres el nombre de este noble animal, tan presente en nuestra dieta y que tantas veladas de gloria nos ha procurado con sus curados jamones, lomos, tocinos y demás embutidos, porque digo lo mismo que decía mi abuelo: "del cochino me gustan hasta los andares".
Nosotros nos disponemos a cocinar unas "manitas" no patitas, ni patas, ni uñas. "Manitas", dicho con cariño y con el afecto que nos merece quien nos ha procurado tanto bien saciando nuestras necesidades. Tan parecido a nosotros en su anatomía interior, que por tener tiene hasta apéndice. De ahí que en mas de una ocasión haya oído mencionar a nuestros mayores el dicho: "Si quieres conocer tu cuerpo mata un puerco".

Nos metemos en faena para cocinar este plato de la cocina tradicional, y lo primero es conseguir unas manitas en la carnicería de confianza, para que nos den manitas, y no pies.

Ingredientes:
  • 4 manitas de cerdo partidas por la mitad
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 1 tomates maduro
  • 1 vaso de agua de vino
  • 1 cucharadita de pimentón de la Vera (dulce)
  • 1 cayena
  • 10 granos de pimienta
  • un trozo de chorizo (opcional)
  • unas hebras de azafrán
  • rebanada de pan frito
  • hueso de jamón
  • aceite de oliva
  • sal
  • agua
Elaboración:

Aunque ahora suelen venir limpias es aconsejable repasar y lavar las manitas antes de ponerlas a cocer. En una olla expres cocemos las manitas durante 10 minutos tirando el agua del primer hervor y poniendo agua nueva junto con la cebolla pelada, el tomate, el hueso de jamón, pimienta, laurel, ajo y sal, para que terminen la cocción durante media hora mas para que estén tiernas y apartamos del fuego.

Mientras en una cazuela ponemos aceite de oliva una cebolla muy picadita, ajo y se deja pochar antes de añadir una cucharadita de pimentón, la cayena y las rodajas de chorizo (opcional), y rociamos el vaso de vino. Colocamos las manitas en la cazuela desechando los huesos centrales largos y cubrimos con la salsa que haremos con la cebolla, el tomate de la cocción junto con la rebanada de pan frito todo pasado por la batidora. Ponemos las hebras de azafrán junto con el jamón demenuzado y un poco de caldo si fuese necesario, y corregimos de sal. Mantenemos a fuego bajo durante diez minutos moviendo la cazuela con vaivén y servimos bien caliente.

Esta receta se puede preparar el día anterior al homenaje, porque como es sabido los guisos y las carnes estofadas suelen estar mejor cocinadas la víspera.

5 comentarios :

Miguel dijo...

Mmm,qué rico. Tenía yo pendiente de meter una receta de manitas, pero mi madre no se decide a hacerlas. Y eso que son las mejores del mundo.

Tengo que pasarle vuestra receta. Qué jambre por Dió

Julio Portero dijo...

jajaja, y acompañadas de una copita, o mejor dos de Fino de Montilla, ni te cuento.

Saludos

Anónimo dijo...

Yo las hago en salsa verde, deliciosas.

Anónimo dijo...

Anda que para una vez que te dedico un plato ni tye enteras.

Julio Portero dijo...

Amigo Elo,
Me tienes ganao el corazón,
al dedicarme este estupendo plato elaborado con vino de Montilla http://elo-cocina.blogspot.com/2009/04/wok-de-solomillo-de-ternera-y-verduras.html no solo te has acordado de mí, también haces un homenaje a mi pueblo y a mis paisanos montillanos. Porque, aunque no seamos todos bodegueros la cultura del vino la llevamos en la sangre porque damos lo mejor que tenemos, y apreciamos el valor de la amistad. Al igual que le ocurre al vino de Montilla, que se cría en silencio en oscuras botas de roble americano hasta que alcanza la madurez(solera) para dejarse beber y ser compartido entre amigos. El vino, al igual que todas las cosas que se hacen con cariño prevalecen y se instalan en nuestra cultura fraguando nuestras señas de identidad. Como también le ocurre a la ancestral cultura jamonera de tu tierra, con la elaboración de los prestigiosos perniles y embutidos de Guijuelo. Vinos de Montilla y Jamones de Guijuelo, jamón y vino, que maridaje más perfecto.

Gracias de corazón.